Ahora que la tendencia en decoración son los ambientes en color blanco ya que aportan amplitud y luminosidad, muchos clientes nos preguntan si se pueden lacar en blanco las puertas de madera que tienen.
Y la respuesta puede ser un poco desconcertante ya que solemos decir que la calidad del acabado final depende …
¿Y de qué depende? Pues básicamente del mantenimiento que haya podido tener esa puerta y de los productos de limpieza con los que se haya tratado a lo largo del tiempo (ceras, grasas, productos con siliconas, etc).
Para poder lacar la puerta se debe proceder en primer lugar a una limpieza de la misma con detergentes, sosas y/o disolventes, pasando posteriormente a un proceso de lijado para retirar el acabado de barniz. A partir de ahí se aplica una primera capa de imprimación que hace de puente de unión entre la madera y el esmalte y se vuelve a lijar. El proceso continúa con dos manos finales de acabado respetando los tiempos de secado necesarios entre la primera y segunda capa; si es posible aplicarlas con pistola en taller ya que quedarán mejor que con brocha o rodillo.
Hay veces que durante el proceso final de secado del esmalte pueden aparecer cráteres y desperfectos originados por ciertos productos que pueda tener impregnada la puerta en el interior y que hayan podido contaminar la madera. En estos casos toca repetir el proceso y quizás añadir algún aditivo anti-siliconas a la pintura y empezar de nuevo.
Así que, siempre recomendamos hacer una prueba inicial para verificar el estado de las puertas y consultar siempre a un profesional que te pueda asesorar.
